La Odisea de los Inmigrantes del Levante en América y Europa
A lo largo del siglo XIX y XX el Levante ha conocido tres movimientos migratorios importantes. A comienzos de esa centuria hubo primero una migración transoceánica hacia los países de Latinoamérica y hacia los Estados Unidos. Tal migración afectó, sobre todo, al Próximo Oriente (Siria, Líbano y Palestina).Sirios, libaneses y palestinos partieron por miles hacia esos horizontes lejanos, primero hacia América Latina y luego hacia los Estados Unidos, huyendo de la represión turca y de la miseria económica. En un primer momento, todos los grupos de inmigrantes procedentes de Oriente Medio (en su gran mayoría cristianos maronitas – libaneses o cristianos ortodoxos en el caso de los sirios) y judíos libaneses o judíos sirios que llegaban a América, eran registrados con nacionalidad turca (Imperio Otomano).La mayoría eran jóvenes campesinos que por tener pasaporte turco fueron llamados incorrectamente turcos. Una vez conseguida la independencia de esas naciones, van a comenzar a ser reconocidos sus ciudadanos como tales, sean de la religión que fueren comenzaron a ser llamados por su nombre. Es importante destacar que nunca existió o existe una nacionalidad Sirio-Libanesa. O se es Sirio o se es Libanes y dicho término se ha acuñado mas para aquéllos países donde los centros de encuentros como clubs recreaciones han agrupado personas de ambos países. Pero la nacionalidad es única para cada país.
Es conocido, que la mayoría de los inmigrantes a estas tierras americanas fueron de origen Sirio o Libanés. Señalan algunos documentos que la inmigración comenzó entre los años 1850-1860, las que continuaron con mayor intensidad desde Siria y desde el Líbano, debido a problemas que atravesaban esos países, quienes se encontraban bajo dominio Otomano al principio y luego bajo mandato Francés. Hoy se estima que los árabes inmigrados en América Latina y sus descendientes son cerca de 10 millones. Generalmente, se trata de una comunidad acomodada, bien integrada en los diferentes contextos nacionales y relativamente influyente en los negocios y en los círculos del poder.
Los abuelos y la transmisión de la cultura intergeneracional
¿Quiénes sino los abuelos están más cerca del pasado de la familia para poder contar lo que hacían nuestros antepasados? Históricamente, este papel del abuelo ha sido característico en diversas tradiciones religiosas y culturales. Por ejemplo, en la judeo-cristiana, Abraham, preocupado por la posteridad de su linaje y de sus creencias religiosas, mandó a su hijo Isaac a que se casara con una mujer de la familia. Jacob, hijo de Isaac y nieto de Abraham, se convirtió en el líder fundador de las doce tribus de Israel con su descendencia, en las cuales pervivieron y se preservaron las tradiciones y valores de sus antepasados.
Como se puede ver con este ejemplo, la potencia de la transmisión de las tradiciones familiares para la unión y la fortaleza de una familia -y su repercusión social- es muy grande.
Cuando los abuelos se preocupan por este aspecto educativo de sus nietos, le da continuidad al linaje. Esto se logra a través de la transmisión no sólo de valores, sino del idioma, las comidas y hasta de la cultura popular (las canciones o los juegos). Así los abuelos se convierten en un puente entre las generaciones y en un punto de referencia común.
El caso de los Estados Unidos es ligeramente diferente. Primero porque la inmigración árabe allí es más reciente (después de la Primera Guerra Mundial), más diversificada en cuanto al país de origen y más cualificada. (fuga de cerebros). Aunque en total suma entre 2 y 3 millones de miembros, esta comunidad árabe no es tan influyente políticamente hablando, debido a su fragmentación y a su dispersión en un territorio tan vasto. Pero, por lo general, es una «inmigración instalada», relativamente bien asimilada e intelectualmente presente tanto en los centros de investigación especializados, como en las universidades. A Europa: Después de la Guerra Civil Libanesa se produjo un importante flujo de libaneses cristianos y libaneses judíos principalmente a Francia. Los cuales se han asimilado perfectamente y tienen una situación acomodada .
Muchas veces los apellidos originales fueron cambiados así vemos en Venezuela , Harb se convierte en Guerra, Helwe en Bello, Ghessen/Ghosn en Ramos, Ayoub en Allup, Assef en Hernandez , Saliba en Saldivia o en Argentina donde calles aledañas al puerto de llegada como los inmigrantes adquirieron sus nombres Mitre, Sarmiento , etc. Los Khouri en todas las Americas pasaron a ser Juri, Kuri, El Yuri , Curé y en USA Courry, Haddad por Smith, Thomas por Thomé,, etc etc
Nuestra responsabilidad hoy es convertirnos referencia para hijos y nietos del presente y del pasado y ofrecer los recursos necesarios sustentados en lo que durante siglos ha sido el ámbito más importante de formación humana: la familia y sus valores.
Maria Gabriela Morales, venezolana, pediatra y cardiologa infantil. Miembro de la Union Cultural Libano Venezolana UCLV 2007 -2008. Actualmente residente en España, trabajando en el área de pediatría y cardiología infantil.